En los alrededores de la Municipalidad y la Casa de
Gobierno bonaerense los comerciantes y vecinos no paran de quejarse. La Comuna
dice que por estas faltas se secuestran quince autos por día
Vecinos y comerciantes del microcentro están "hartos" de ser
testigos y víctimas a la vez del último fenómeno que arrasa con los espacios
públicos: los autos que son estacionados en la vereda. Lo insólito es que en la
mayoría de los casos las denuncias provienen desde las inmediaciones de los dos
edificios de mayor poder en la Ciudad: la Municipalidad y la Casa de Gobierno
bonaerense.
En las últimas semanas, los empleados de una firma de seguros que
está ubicada sobre 51 entre 10 y 11 no han parado de comunicarse con este medio
para denunciar que "cada vez que cruzamos la puerta de salida de la firma nos
encontramos con una extensa fila de coches que tienen dos ruedas en el asfalto y
las otras dos en la vereda".
"Lo preocupante es que están a 20 metros del
Palacio Municipal, frente a las narices de quien los debe controlar y nadie les
dice nada. Como no encuentran estacionamiento no les importa nada y ponen el
vehículo donde se les antoja", agregan.
La misma situación, o más grave aún,
se vive frente a la Casa de Gobierno, sobre la avenida 51 entre 5 y 6, donde
directamente los autos están sobre la vereda, interrumpiendo la vía
pública.
Rodolfo Arnés, quien vive en un edificio de la zona, indicó con un
alto grado de indignación, que "no sólo es molesto para los peatones, que
directamente no pueden utilizar la vereda y tienen que bajar a la calle, con lo
riesgoso que ésto resulta, sino que también genera mucha bronca la impunidad con
la que algunos automovilistas colocan sus vehículos en la vereda, como si fuera
una playa de estacionamiento".
Pero la indignación de Rodolfo crece a pasos
agigantados al recordar que "me canso de ver coches oficiales haciendo esto,
dando un pésimo ejemplo, que se parece mucho a un gesto de prepotencia. Además,
muchas veces intentan sacarse de encima a los inspectores municipales o a la
propia policía que vigila la zona con el clásico chapeo, amenazando con echarlos
del trabajo si llegan a tomar alguna medida para sancionarlos o llevarles el
auto".
En tanto, Ernesto Quintar, subsecretario de Control Urbano comunal,
indicó que "por estacionamiento en ramblas y veredas se secuestran, promedio,
unos quince autos por día, sólo en el microcentro".
El funcionario
remarcó también que "nadie está autorizado a estacionar en estos espacios, que
son exclusivamente peatonales. Lo llamativo del caso es que por más que les
lleven los autos al depósito de 20 y 50 con una grúa por estar en infracción,
vuelven a reincidir, lo que permite pensar que es un defecto crónico de muchos
automovilistas de esta Ciudad".
Quintar también explicó que "como La Plata es
muy grande, aprovechan a veces la ausencia momentánea de los inspectores que
están ocupados en otros operativos más urgente y ponen el auto en estos espacios
prohibidos porque no encuentran lugar en los estacionamientos. Estas faltas,
además, no tienen horario, ya que no es como las doble fila, que se dan, en su
mayoría, en horarios de salida de los chicos de la escuela. En estos casos de
estacionar en lugares vedados es a toda hora y no sólo se da en el centro,
también ocurre en algunos sectores de la periferia o en barrios algo alejados
del microcentro".
VELOCIDAD Y TRANSITO PESADO
Por otra parte,
fuentes de la subsecretaría de Control Urbano informaron que se labraron 28
actas de contravención por exceso de velocidad en dos operativos realizados en
la esquina de 72 y 22 y en el boulevard 84 y 116.
A su vez, los
inspectores municipales sancionaron a 20 choferes de camiones de gran porte que
circulaban por el camino Belgrano y 501, una zona vedada para el tránsito pesado
por normas provinciales y municipales.
Un día de locos en la
jungla de cemento
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Cada vez hay más infracciones por mal
estacionamiento en la Ciudad
La jungla de cemento. El infierno urbano. El
castigo de todos los días. Cabe cualquier calificativo. Si de buscar
estacionamiento en el centro platense se trata, la sensación va a ser siempre
la misma: dolor de cabeza, irritación, nerviosismo mezclado con cierto
cansancio, impotencia, pésimo humor y, en el peor (¿común?) de los casos, una
fuerte dosis de desesperación.
Sobran los ejemplos para graficar la odisea que deben protagonizar los platenses
para conseguir un hueco donde dejar el auto. Estacionar frente a la facultad de
Humanidades, por citar uno de los tantos ejemplos, obliga a dar, por lo menos,
entre 5 ó 7 vueltas. Y, claro está, practicar "la calesita" tampoco
asegura conseguir un rincón.
Pero la vuelta a la manzana no es la única alternativa. Otra de las opciones a
la que recurren los automovilistas es, al mejor estilo de la ley de la selva,
ver quien insulta más fuerte y así obtener el tan codiciado lugar. Sucede que
en las cuadras del microcentro, las normas más elementales de convivencia
pierden por goleada ante los mandatos del apuro y la prepotencia.
Y si de falta de respeto se trata, el mal estacionamiento, como se dijo, está a
la orden del día. Según el comentario de varios inspectores, esta infracción
está primera en el ranking, seguida de lejos por la falta de licencia, la
violación del carril selectivo de la avenida 7 y, finalmente, la indiferencia
al cinturón de seguridad.
"El problema es que al haber un incremento en el parque automotor, la
demanda de estacionamiento va a ser siempre mayor", comentan los propios
inspectores, y agregan que ese incremento trae consigo el problema más común
en el campo del estacionamiento: la doble fila.
El 43 por ciento del total de faltas de tránsito en La Plata corresponde a
estacionamiento indebido. Sin embargo, todavía no se concretaron proyectos para
revertir la situación
Con algo más de 3.500 plazas para estacionar y cerca de 70 mil vehículos
particulares que van cada día al sector que concentra el núcleo
administrativo, financiero y comercial de la Ciudad, el microcentro ha llegado a
convertirse en una arena donde se disputa a diario una dura batalla por
conseguir un espacio para dejar el coche; una pelea de la que pocos salen
victoriosos y que, de manera consecuente, trae consigo un problema que se repite
todos los días: el de las infracciones por mal estacionamiento.
En medio de este paisaje, se extienden cada vez más las demoras para encontrar
un lugar y se hacen cada vez más frecuentes las infracciones por
estacionamientos en doble fila, así como también las disputas entre
conductores que optan por esta solución y agentes municipales que intentan
poner un poco de orden a tanto descontrol.
Y la definición no es caprichosa. Al contrario. Mientras que en los últimos años
esta infracción llegaba al 30 por ciento del total de faltas sancionadas por la
Comuna, hoy día esta contravención alcanza el 43 por ciento, según datos
recientes aportados por la dirección Control Urbano, ubicándose -por lejos-
como la principal falta en las calles platenses, seguida por la carencia de
seguros contra terceros (ver gráfico con el mapa de las infracciones).
Mientras tanto, el Municipio insiste en resaltar su preocupación por la falta
de estacionamiento mencionando viejos proyectos como la construcción de
cocheras subterráneas en las plazas Italia y Moreno, y un reordenamiento basado
en altas tarifas que desalienten la afluencia de automovilistas al microcentro.
De acuerdo con uno de los últimos estudios que dio a conocer el área de
Planeamiento, se precisarían al menos 400 plazas más sólo en el microcentro.
Tal es la cantidad que, se calcula, podrían haber ofrecido las dos cocheras
subterráneas que planeaba hacer la Municipalidad; una cifra que equivale a la
mitad de los espacios de estacionamiento en la misma zona que hoy, por distintos
motivos, están restringidos al público.
Porque sólo en el microcentro de La Plata -como pudo comprobar este medio-
existen cerca de 800 plazas que, o bien están reservadas para el uso exclusivo
de reparticiones públicas y bancos, o bien están directamente restringidas.
Resultado: la situación alcanza un punto de desborde del que parece difícil
salir sin cambios drásticos.
Frente a este panorama de saturación, el Municipio ha planteado hasta el
momento dos propuestas, que hoy están estancadas. Como se mencionó antes, esas
ideas consisten en construir cocheras subterráneas y reordenar el
estacionamiento por zonas, ambas ligadas entre sí.
Después de haber sido durante años una idea vaga, como se recordará, la
propuesta de crear playas de estacionamiento bajo las plazas Italia y Moreno
pareció tomar impulso el año pasado, cuando la Comuna se dispuso a llevar
adelante este proyecto.
Así, el municipio hizo los pliegos de condiciones, llamó a licitación, se
presentaron varias ofertas y se preadjudicó la obra a la Ute integrada por
Victorio Américo Gualtieri-Marle Construcciones-Quil-Tecno Acción, la
construcción de las dos cocheras subterráneas y el control del tránsito y el
estacionamiento. La Ute había ofrecido pagar un canon mensual de 156.800 pesos.
Sin embargo, el Concejo Deliberante puso punto final al proyecto de crear las
cocheras debajo de estos dos espacios verdes el 22 de diciembre de 1998, cuando
con el refuerzo de las autoridades del radicalismo y el Frepaso y el concurso de
diputados provinciales de ambas fuerzas políticas, los concejales de la Alianza
formalizaron su rechazo a la idea comunal.
Al fundamentar la negativa, los ediles dijeron que "no han sido consultadas
las instituciones que debieron opinar" y plantearon que la iniciativa no
estaba incluida en un plan integral de desarrollo para la ciudad, además de
cuestionamientos severos a los términos del proyecto municipal, como el monto
del canon y el hecho de que había que romper buena parte de las plazas para
construir las cocheras.
Mientras tanto, los platenses ven cómo se degrada su salud mental en cada viaje
al centro de la ciudad.
