En una nueva ofensiva por obtener un mayor margen de actas sentenciadas, la Procuración de Faltas local se ofreció a dar cursos a los inspectores municipales para que "labren mejor las actas y disminuya el número de sanciones desestimadas, por no contar con todos los requisitos que se necesitan para arribar a una sentencia".
Según la Procuración, "actualmente hay un 15 por ciento de actas de tránsito rechazadas por estar mal confeccionadas sobre un promedio de 3.000 que llegan anualmente a cada juzgado".

"Este no es un tema menor, ya que la Municipalidad no se puede privar de cobrar tantas multas porque los inspectores no completan correctamente los formularios. Esta es una situación que debe ser corregida en lo inmediato, y por eso le pedimos una entrevista al subsecretario de Control Urbano y jefe de los agentes, Ernesto Quintar", dijo la escribana María Teresa Fernández de Alippi, titular de la Procuración de Faltas.
La procuradora fue más allá y adelantó parte de su propuesta: "la idea es que se brinde instrucciones para completar eficientemente las actas. Para lograrlo, se formaría grupos de hasta treinta inspectores para darle clases un día y aportarle nuevos elementos".
Según Fernández de Alippi, "este porcentaje de entre un 10 y un 15 por ciento de actas desestimadas por errores o faltas de datos es preocupante, porque potencialmente no se castiga a un buen número de infractores que quedan impunes porque no se los puede notificar".
La misma funcionaria explicó que "como en la mayoría de los casos los agentes le piden la cédula verde y el carnet de conductor al infractor, muchos tienen datos que no son actuales o son erróneos, ya que antes conseguían una residencia momentánea o ficticia en Berisso y allí lograban la licencia, debido a que no aprobaban los exámenes que se hacían en La Plata. Entonces, cuando los notificadores van a buscar al infractor se encuentran con que el domicilio no es el correcto. Y el acta va camino al rechazo".
Al ser consultado por este tema, el titular de Control Urbano, Ernesto Quintar, expresó: "en principio hay que reconocer que todavía hay algunas falencias, pero son mínimas y en casos aislados. Este es un punto que ha ido mejorando de manera notable y el índice de actas mal labradas se ha reducido a márgenes casi ínfimos".
El mismo subsecretario indicó que "de todas maneras es un tema que sigue preocupando y se puede conversar con otros funcionarios para mejorarlo aún más. Es cuestión de sentarse y ver cuál es el camino correcto para una mayor capacitación, un tema que desde el año pasado ha sido prioritario en esta área y desde este año se ha puesto mayor énfasis aún".
Quintar expresó que "nuestra intención no es polemizar con los jueces de Faltas pero es una cuestión de formas y depende de cada uno de ellos considerar correcta o no las actas labradas".
Según el juez de Faltas platense José Mercado, "ahora no tenemos tantas actas desestimadas como ocurría en 1996, cuando llegaban al 30 por ciento del total de las actas que entonces se registraban caudales mucho más altos que los de ahora. Esto ha ido mejorando y en la actualidad no superan, por lo menos en mi juzgado, al 10 por ciento de las actas que llegan mensualmente a mi despacho".
Sin embargo, Mercado dijo que "todo lo que apunta a mejorar el sistema lo voy a respaldar".
En cuanto a las notificaciones la escribana Alippi señaló que "por suerte, este aspecto ha mejorado, ya que ahora el cuerpo de notificadores va al domicilio del infractor y no sólo le avisa a él sino que éste trámite lo hace con testigos, lo que asegura aún más la gestión y encamina mejor el andamiaje procesal, ya que este paso es fundamental para que se logre arribar a una sentencia".
La procuradora de faltas quiere que los inspectores aprendan a labrar mejor las actas, y para ello propone un curso intensivo