En las calles platenses se
accidentan algo más de 200 motociclistas por
año |
Se calcula que
todas las semanas hay un promedio de 4 accidentes en moto, y que la mayoría de
sus víctimas son jóvenes de entre 15 y 25 años. El 80 por ciento de los
conductores no usa casco
En La Plata se accidenta un promedio de 4 motociclistas por
semana. Al año, suman algo más de 200. Y, según estimaciones, cerca del 40 por
ciento de los accidentados tienen entre 15 y 25 años. Estos números, que se
manejan en la subsecretaría de Control Urbano de la Comuna local, no hacen más
que volver la vista sobre una problemática tan recurrente como alarmante: el de
los accidentes en moto.
Tal vez un sólo dato baste para comenzar a
desentrañar los orígenes del problema: se calcula que el 80 por ciento de los
motociclistas platenses no usa el casco protector, una medida que, aunque no los
evita, por lo menos mitiga las consecuencias de un eventual choque.
En el universo de las estadísticas, además, se apunta que el
promedio mensual de accidentes en moto es de casi el 19 por ciento. Es decir,
prácticamente un accidente cada dos días. Pero todavía más: se calcula que por
cada motociclista que muera, dos padecerán secuelas discapacitantes.
Se
estima también, ya en otra discriminación de números, que las motocicletas
participan del 40 por ciento del total de accidentes producidos en nuestra
ciudad. Y si se tiene en cuenta que en nuestra región mueren alrededor de 7
personas por mes en accidentes de tránsito, todo demuestra que el problema tiene
características absolutamente dramáticas.
Por todo esto, desde el Cosetran
(Comité de Seguridad en el Tránsito), un organismo dependiente de la dirección
Provincial de Vialidad, se apunta que en el caos de tránsito "la mayor cantidad
de accidentes fatales son aquellos protagonizados por motociclistas. Esto se
debe a que, como comúnmente se dice, el cuerpo de conductor está desprotegido y
hace las veces de carrocería. Basta con saber que los peritos policiales, para
determinar las causas de un accidente en moto, lo hacen a través de las placas
radiográficas de la víctima".
Mientras las estadísticas revelan que los
accidentes en moto en nuestra ciudad crecen a una velocidad vertiginosa, los
especialistas señalan que "la conformación física del hombre influye para que en
toda caída que los motociclistas tengan a menos de 65 kilómetros por hora, sea
la cabeza la que reciba el impacto" (ver gráfico).
Entre los factores de
riesgo que contribuyen al problema, se mencionan desde los humanos, pasando por
las adicciones, los estilos de vida, la inmadurez, la inexperiencia, conducir a
alta velocidad y, claro está, no respetar las leyes de tránsito.
Los riesgos
originados por el vehículo, en tanto, tienen que ver con la vulnerabilidad del
usuario y con una condición mecánica deficiente, riesgos a los que se suman el
estado de algunas calles, la precaria señalización de otras, algunas
intersecciones viales de riesgo y los factores climáticos.
Así las cosas, y
echando más dramatismo sobre el problema, los médicos coinciden en que "de los
motociclistas accidentados la mayoría recibe lesiones en la cabeza (traumatismo
de cráneo) y en la columna cervical". Una de las causas es fácil de dilucidar:
no se usa casco.
Los traumatólogos, incluso, apuntan que por cada
motociclista que muere en un accidente, dos tienen secuelas graves
discapacitantes. Según explican, "las lesiones de cráneo encefálicas pueden
ocasionar discapacidades físicas y psíquicas, según el área que
afectan".
Mientras tanto, desde Control Urbano se indicó una de las zonas más
riesgosas de la región para los motociclistas "es la Circunvalación, sobre todo
a la altura de 72, donde los accidentes en moto se repiten con demasiada
frecuencia".
Los técnicos del Consentran, además de resaltar la ausencia de
casco protector como una de las causas fundamentales del fenómeno, remarcan
también otras causales, entre las que se destacan que "muchos conducen motos
diseñadas para una persona llevando un acompañante e incluso, a veces, más de
una persona, lo que origina una desestabilización del vehículo; otros marchan
con motos inadecuadas para el tránsito urbano, por ejemplo, las todo terreno que
no son para pavimentos lisos".
De cualquier manera, a la hora de señalar una
causa principal, todos coinciden en que el origen de un accidente está, casi
siempre, en las infracciones a la norma de tránsito".
Buscando otro plano de
las causantes, muchos psicólogos comentan que el de los jóvenes es un sector
"con gran potencial de riego" respecto a esta problemática, y argumentan esto en
"la certeza de que a ellos no les puede ocurrir un accidente. No tienen
conciencia del riesgo. A esa edad hay un fuerte predominio de la omnipotencia,
que casi siempre juega en contra de quien la siente".
Los motociclistas
lideran el ranking de culpa en accidentes |
Esa idea se desprende de un trabajo de campo
realizado por una entidad vinculada al tema al encuestar a 250 platenses. Además,
piden más mano dura antes que mayor educación vial
Para la mayoría de los platenses, que piden
'mano dura' con los infractores, los motociclistas son los principales causantes
de los problemas de tránsito, según se desprende de los resultados que arrojó
una encuesta realizada durante el mes pasado en la esquina de 8 y 49 por una
Organización No Gubernamental (ONG) vinculada con el tema, sobre un universo
estadístico de 250 casos.
Según el relevamiento, llevado a cabo en La Plata por la asociación civil
Ayuda al Accidentado junto a la compañía de seguros Federación Patronal, el
23 por ciento de los encuestados señaló a los motociclistas como agentes
predominantes en la generación de accidentes de tránsito, citando como causa
de este cuadro el crecimiento de las modalidades de reparto a domicilio. En
segundo lugar se ubican ciclistas y conductores de taxis, con un 16 por ciento
cada sector, y luego los conductores particulares con 14 por ciento.
Contra la creencia que a priori tenían los analistas, los colectivos son
considerados, junto a los peatones, como los sujetos con menor incidencia en los
accidentes, con sólo un 10 por ciento de las opiniones.
El estudio constituye el primer paso en una campaña que prevé la realización
de actividades similares en varios partidos del conurbano bonaerense, siempre
con la colaboración entre una ONG y una empresa privada del sector asegurador.
En otro de los puntos del documento, se conoció que los platenses consideraron
que la medida más necesaria para solucionar los problemas del tránsito es la
aplicación de medidas severas (39 por ciento), por sobre las opciones que aludían
a la educación vial permanente en las escuelas (35 por ciento) y a las campañas
de concientización (26 por ciento).
La encuesta, asimismo, consultó acerca de la cantidad de personas que mueren en
Argentina por accidentes de tránsito. Aquí las estimaciones de la gente, que
consideró "alta" la tasa de siniestros, estuvieron ajustadas a la
realidad; incluso un 24 por ciento de los entrevistados citó cifras mayores a
las que registran las estadísticas. Esos problemas en su mayoría fueron
atribuidos a la "falta de respeto a las normas de tránsito" (51 por
ciento), y luego a las "fallas humanas" (el 37 por ciento).
El informe que realizó Ayuda al Accidentado también puso al descubierto la
ignorancia de un alto porcentaje de los entrevistados en relación a aspectos básicos
de la seguridad vial, como son el uso del cinturón de seguridad y las
velocidades máximas en calles y avenidas.
Un 21 por ciento de los protagonistas de la encuesta desconoció que el cinturón
debe ser usado cada vez que se conduce, y sólo un 23 por ciento supo responder
sobre la velocidad máxima permitida en las calles, que es de 40 km/h; en lo que
concierne a las avenidas, el 36 por ciento les adjudicó velocidades máximas
distintas a la correcta, 60km/h.
Mientras tanto, en la capital federal, una encuesta similar a la realizada en
nuestra ciudad reflejó un grado mucho mayor de información vial y una opinión
sustancialmente distinta en cuanto a la forma de generar las conductas
adecuadas, quedando el pedido de 'mano dura' en último lugar entre las opciones
presentadas.
Estas contradicciones demuestran, para los organizadores de la iniciativa, que
"resulta absolutamente necesario que se articulen políticas públicas o
privadas que trabajen sobre la información y concientización, derribando la
'cultura de la velocidad' existente en nuestro país".
Los especialistas de la ONG concluyeron en que "por un lado existe un
respetable conocimiento de cuestiones que tienen que ver con la realidad
siniestral de nuestro país, pero por otro es alta la desinformación sobre
conductas esenciales de circulación en la vía pública; la gran cantidad de
accidentes demuestra que el compromiso de la población con esa realidad es
escaso y se va a requerir un gran esfuerzo para mejorarla".
LOS REPARTIDORES EN LA MIRA
|
La Comuna busca regular el trabajo de los
motoqueros
La actividad de los jóvenes que realizan los repartos a
domicilio en motocicletas está a un paso de ser reglamentada. Un proyecto que
intenta ordenar la actividad ya fue a aprobado en el Senado bonaerense, y ahora
sólo resta que los los diputados le otorguen la otra media sanción.
La iniciativa que se transformaría en ley establece la obligatoriedad en el
territorio provincial del uso de una credencial habilitante para toda actividad
comercial que disponga del servicio puerta a puerta por medio de ciclomotores.
La idea original, perteneciente a legisladora justicialista Sara Derotier,
intenta darle un marco legal a una actividad que hoy en día se hizo común en
un sinnúmero de comercios.
Farmacias, casas de comidas, mensajerías y hasta empresas de cobranza utilizan
los servicios de jóvenes que, a bordo de motos de baja cilindrada, reparten
todo tipo de productos: desde pizzas hasta cartas.
“El problema es que estos jóvenes hasta el momento no están sujetos a
ninguna norma que reglamente su actividad. Y sucede que sufren accidentes a
diario por los que nadie se hace cargo”, explicó la senadora, quien agregó:
“Como es sabido, los motociclistas que hacen estas entregas a domicilio tienen
encima la presión de realizarlas con rapidez, algo que los obliga a incurrir en
maniobras imprudentes que muchas veces
terminan mal”.
La iniciativa establece la “obligatoriedad” para todas las empresas que
cuentan con servicio de entrega con domicilio en el territorio bonaerense,
de tramitar una credencial habilitante ante la autoridad de aplicación de las
comunas a las que pertenecen. De esta manera, quedarán asentados los datos de
la moto o ciclomotor (no importa la cilindrada); la actividad comercial
desarrollada; el nombre de la empresa y otros datos.
Pero, además, la propuesta incluye el hecho de que los jóvenes conductores estén
obligados a usar ropa fosforescente “para hacer más fácil su visualización,
ya que a la noche realmente no se los puede distinguir”, indicó Derotier.
Asimismo, “los empleados deberán tener una campera en donde se pueda ver
claramente el nombre del local o empresa a la que pertenece”, precisó.
Según datos extraoficiales, en la provincia de Buenos Aires circulan a diario
unas 50 mil motos afectadas a todo tipo de servicios. De la mano del aumento en
la cantidad de rodados,
creció también el número de accidentes de
tránsito en los que son protagonistas los jóvenes empleados.
“Según datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, los siniestros
laborales de este tipo treparon del 15 al 77 por ciento, lo que demuestra que
algo había que hacer para reglamentar esta actividad”, aclaró la legisladora
provincial en su proyecto.
De convertirse en ley, los conductores de motos para repartos a domicilio de
nuestra región deberán sumar a los requisitos que tienen hasta ahora, la
vestimenta flúo, el logo de la empresa en su ropa, y el permiso expedido por la
Municipalidad de La Plata, Berisso o Ensenada, según el caso. Hasta ahora sólo
debían usar casco y conducir un vehículo patentado, lo mismo que se le exige a
cualquier motociclista.
Una actividad en expansión
El reparto a domicilio se hizo popular en los últimos cinco años. En la
actualidad, prácticamente no existe pizzería o heladería que no tenga este
servicio. Es más, la actividad se extendió a rubros como farmacias, video
clubes y hasta cerrajerías. “Prácticamente no hay negocio que no tenga
reparto a domicilio”, explicó la impulsora de la iniciativa.
Sucede que “además de los jóvenes que manejan estos rodados, los conductores
particulares también tenían la necesidad de que se normalice esta situación”.
Es que “los chicos manejan con una impunidad total, ya que al no tener nada
que los identifique sienten que pueden hacer lo que quieren en las calles”, le
dijo a Hoy la legisladora.
Los “motoqueros” que trabajan en el reparto a domicilio ya se incorporaron
al paisaje urbano y forman parte de una actividad que no tiene demasiados
controles. Los nombres de los conductores se suceden sin que muchos titulares de
comercios tomen demasiados recaudos que velen por la seguridad de sus empleados.
“Yo ya vi muchos chicos accidentados, tirados en las calles sin una
identificación”, aseguró la impulsora del proyecto que busca que el delivery
se incluya en un marco legal. Y precisó: “Por eso quiero que su trabajo esté
contemplado dentro de la ley, para que ellos y los conductores estén más
tranquilos a la hora de manejar”.